martes, abril 28, 2009

Cuando me enviaron a casa por el virus...


"Cuando el Dr. me envío a casa me sentí igual que en la película "
The Body Snatchers", donde todos los que no eran zombis delataban con un grito horrible a todos aquellos que aún no contraían la enfermedad..."



Desde que se anunció esto del virus de la "influeza porcina" pensé que sería desmesurado ponerme una mascarilla para ir a trabajar. No obstante lo hice. Trabajo en una universidad y si bien no hubo clases, los maestros de tiempo completo y administrativos si teníamos que ir.

Al salir, las calles de San Luis Potosí - mi ciudad- tenían algunas escenas que se ven en películas de ciencia ficción: Calles solitarias, con el cielo atiborrado de nubes oscuras. Gente con mascarillas azules caminando como zombis pero sobre todo un silencio muy grande. La verdad yo no tenía miedo de contraer "el virus". Pese a todos los rumores, pese a las cifras, nunca pensé en contraerlo. Ya saben, las cosas malas siempre pasan a otros.

Incluso el lunes, cuando subí al autobús, el conductor y los pocos pasajeros me miraron en silencio. No llevaba la mascarilla azul. Me siguieron con la mirada mientras ocupaba un asiento. No le di tanta importancia.

Pero hoy he ido a la universidad y el doctor ha llamado a todos "obligatoriamente" para hacernos una auscultación. Cuando tocó mi turno me hizo las preguntas de rigor acerca de "el virus": que si he tenido dolores de cabeza, fiebre alta, moqueo, etc. A todo respondí que no... salvo que confesé una alergia que me aqueja de muchos meses atrás. El doc me miró las fosas nazales y la garganta.

Produjo un dramático "mmmm" y fue y se sentó en su sillón detrás del escritorio. Yo produje un "chin" en mi mente. Resultó que, si bien no tenía el famoso "virus" sí que tenía posibilidades de contraerlo dado que mis defensas "están bajas". Me mandó a casa.

Al ir recoger mis cosas, o al decir a algunos compañeros que me iba, sentí "esa mirada" de los compañeros preguntándose "¿Tendrá el virus? ¿y si me contagió?" y cosas así. Y yo, que me había negado a usar la mascarilla sentí que la necesitaba. Para protegerme del virus principalmente pero también para verme como esa gente que vi el lunes pasado con sus mascarillas. Ser como ellos. Entrar en el clima de incertidumbre y temor. Sentí igual que en la película "The Body Snatrchers", donde todos los que no eran zombies delataban con un grito horrible a todos aquellos que aún no contraían la enfermedad.

Personalmente, no creo que habrá muchos decesos. Sé que la situación podría ser grave y que debemos cuidarnos. Pero creo también que la situación se contendrá. No obstante es curioso como la sociedad teme a lo diferente. Todos debemos parecer iguales... o quedarnos al margen de ese evento que llamamos sociedad...
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