sábado, julio 07, 2007

Se podrán oficiar misas en Latín otra vez



Según informa El Financiero, el 7 de julio, el Vaticano presentó un documento del Papa que facilita la celebración de la misa en latín, acompañado de una carta suya en la que subraya que el Misal salido del Concilio Vaticano II "es y permanece" como la forma "normal" de la liturgia y que el tridentino es el "extraordinario".

Benedicto XVI precisó que la misa en latín según el rito tridentino nunca fue jurídicamente suspendida y siempre estuvo permitida y que en estos años muchas personas y movimientos como el del cismático arzobispo Lefebvre permanecían ligadas a la misma, de ahí la necesidad de un reglamento más claro para llegar, además, a "una reconciliación interna en el seno de la Iglesia".

Con esas palabras, según observadores vaticanos, el Papa Ratzinger ha tendido la mano al movimiento cismático del fallecido arzobispo francés, férreo defensor de la tradición y la liturgia tridentina, que no reconoce el Concilio Vaticano II.

El Papa, dice El Financiero, manifestó en la carta, dirigida a los obispos, que el documento -escrito en latín y traducido a las principales lenguas- es fruto de "largas reflexiones, múltiples consultas y de oración" y lamentó que "noticias y juicios sin información suficiente han creado no poca confusión".

El Pontífice subrayó que el "temor a que se menoscabe y se ponga en duda" la autoridad del Vaticano II no existe, ya que el Misal publicado por Pablo VI en 1970, el salido del concilio, "obviamente es y permanece la formal normal de la liturgia ordinaria" y el de 1962 es la "extraordinaria".
"Se trata de un doble uso del mismo y único rito", afirmó el Papa.

El rito de San Pío V se puede utilizar cualquier día del año, menos durante el Triduo Pascual (Semana Santa). Cuando se trate de una misa sin la presencia de fieles, el sacerdote no necesita permiso alguno para celebrarla.

Los párrocos deben aceptar "de buena gana" la celebración de la misa en latín cuando se lo pida un grupo estable de fieles. Se podrá celebrar cualquier día de la semana y se podrán crear parroquias "tradicionalistas". También se podrán celebrar por ese rito matrimonios, exequias, bautismo, unción de enfermos, penitencia, etc. es decir todos los sacramentos.

El Motu Propio no especifica la orientación del oficiante (en el tridentino el sacerdote da la espalda a los fieles, mientras que tras el Vaticano II se impuso lo contrario), por lo que el Papa deja libertad de elección al sacerdote, que puede usar el viejo rito mirando a los asistentes.

Si un párroco pone impedimentos a la misa en latín, los fieles se podrán quejar al obispo, que deberá "satisfacer" el deseo. El documento entrará en vigor el 14 de septiembre próximo.
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